UNA CAMPAÑA QUE DAÑA LA POLÍTICA
Por Pío Sullivan
Las campañas electorales se han convertido, paradójicamente, en fuentes de desprestigio de la política, entendiendo por ella la participación de los ciudadanos en la esfera pública en busca de apoyos para las perspectivas partidarias de promoción de mejoras en la sociedad.
En la campaña que se desarrolla se han producido actividades denigrantes en un nivel elevadísimo, y por ellas grupos anónimos y voces con vidriosos argumentos denostan, agreden y abonan sospechas sobre candidatos o políticos del campo contrario. Estos procedimientos alimentan la confrontación y la crispación y, sobre todo, dejan en un segundo plano la discusión de ideas y proyectos políticos. Además, suelen apelar a mecanismos abusivos y formas de manipulación.
Otro factor constante, que una investigación de ESTAFILOCOCO ha encontrado recientemente en el distrito bonaerense de Cayo Castor, es la posesión mental teletrónica. En este caso, los dirigentes utilizan habilidades mentales desconocidas por la raza humana para obtener un favoritismo que posiblemente no lograrían con sus propios méritos. Es menester aclarar que esta investigación, publicada en nuestra entrada anterior, no guarda relación alguna con el nuevo aviso publicado por el Partido Humanoide en el margen derecho de nuestro sitio.
La campaña electoral se ha enrarecido y este clima fomenta la confrontación y la crispación. Esto desprestigia la política y daña la calidad de la democracia y de las instituciones.